#GastroViajes

Viajar no sólo abre la mente como dice esa frase hecha que todos hemos oído mil veces, también agranda el corazón, agudiza los sentidos, y permite manifestarse a nuestra parte más emocional.

Mis viajes desde siempre han girado en torno a la gastronomía, y creo que no soy la única que no me muevo de casa sin haber antes investigado lo que se come o se guisa en el lugar al que voy, y sin tener ojeado o reservado algún restaurante o algún local de referencia.

A través de los guisos se puede llegar a conocer, a identificar y a sentir un lugar como de ninguna otra manera. Desde la cocina se puede llegar a las raíces, a la tradición y a la cultura de cualquier lugar en el mundo. Y sin duda a través de la gastronomía se puede llegar al alma.

En un reciente viaje a Perú encontré mucho más que cebiches, tiraditos, anticuchos, rocotos, ajís, piscos, fusión nikey, y la influencia del todopoderoso Gastón Acurio que se lo come y se lo guisa todo en este maravilloso país.

También tuve la suerte de visitar Arequipa y descubrir las Picanterías, unos espacios muy singulares dedicados a la gastronomía, llenos de historia, de sabor, de amor por la cocina, en el que las Picanteras, esas sabias mujeres trabajadoras que controlan, mandan y cocinan desde hace generaciones, han conseguido algo único y de un valor incalculable a nivel cultural, que es mostrarnos la historia de sus familias, de su tierra, de sus antepasados, de su presente, de su forma de vida, a través de los platos y las recetas ancestrales que han ido conservando y la vez actualizando a lo largo del tiempo.

Basta probar un chupe de camarones, uno de los platos más emblemáticos de la zona, o cualquier otra sopa, o guiso típico, para entender de dónde vienen y a dónde van a nivel culinario.

Únicamente es necesario beberse un vaso de Chicha, bebida fetiche en Perú que es un auténtico tesoro para ellos, hecho a base de maíz morado fermentado en cada casa con sus propias levaduras, mientras te cuentan su historia, para entender el porqué de las cosas.

La gastronomía trae de la mano la cultura, la aventura, las emociones, la amistad…

Como la de mi querida María José Muñoz y el gran Ignacio Medina que me ayudaron a descubrir todo esto y mucho más en mi #GastroViaje peruano.