Terrazing
Un tabique, una cristalera, una ventana, o simplemente un par de metros, suelen separan las mesas de un comedor interior de las de la terraza en cualquier establecimiento de Hosteleria, y sin embargo por un fenómeno extraño y que habría que estudiar, nos convertimos en otro tipo de personas y de clientes cuando decidimos sentarnos en la terraza de un bar.
Dentro preguntaríamos si tienen mesa para comer, en la terraza llegamos y nos sentamos del tirón en la primera que veamos vacía aunque esté llena de vasos sucios y no haya sillas para todos.
En el comedor interior nunca nos sentaríamos en una mesa sin limpiar de otros clientes, en la terraza sí, es más; nosotros mismos recogemos la vajilla, la ponemos en la mesa de al lado y pasamos una servilleta de papel en plan bayeta… ¿quién no lo ha hecho o lo ha visto hacer?…
Si nos faltan sillas en la mesa que hemos conseguido en la terraza, nos la recorremos entera preguntando a otros clientes hasta que encontremos alguna libre. Y mover mobiliario lo que haga falta… (Juntar mesas, separar, desmontar, recolocar, mover la sombrilla… todo lo hacemos nosotros mismos), pero sin embargo en el comedor si nos falta cualquier cosa se la pediríamos al camarero, así de sencillo, lo mismo que esperaríamos a que nos juntaran o movieran las mesas si fuera necesario…
Jamás se nos ocurriría llamar al personal de sala a voz en grito en el restaurante, esperaríamos a que vinieran a nuestra mesa a atendernos, pero en la terraza a la primera de cambio en cuanto tenemos la silla que nos faltaba para estar todos sentados, y hemos limpiado la mesa nosotros mismos, lo siguiente que hacemos es levantar la mano y pegar una buena voz… ¡eh chaval, ponnos aquí unas cañitas y tráenos la carta que vamos a picar algo!
Nos quedamos tan panchos si nos ponen vajilla desechable en la terraza, algo que no pasaríamos en las mesas del comedor, y si el aire acondicionado está muy alto o muy bajo o nos molesta, enseguida se lo decimos al personal de sala para que lo pongan a nuestro gusto. Sin embargo en la terraza aguantamos estoicamente el calorazo, el frío, el viento y lo que haga falta!!!
Y ni rechistamos cuando nos cobran el diez por ciento más que si hubiéramos comido mucho más cómodos en el comedor interior, porque lo importante es que hemos conseguido mesa en la terraza. No hay nada como practicar #terrazing…